Einstein nos retó a que expandiéramos nuestros corazones “ensanchando nuestro círculo de compasión para abarcar todas las criaturas vivientes y a la naturaleza en todo su esplendor”. Aunque esto puede que no esté alineado con el que el mundo dice que es beneficioso, acepto el reto y extiendo mi bondad hasta a quienes no siempre son agradables o amables para que los ame. En este momento, reflexiono en alguien a quien pueda haber expulsado de mi corazón o a un grupo de personas que pienso que son diferentes a mí. Decido estar receptivo al amor. No existe nadie en la creación quien no encuentre su origen en Dios. Según mi círculo de amor y bondad aumenta, ofrezco compasión.
Texto devocional: El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia.—Miqueas 6:8
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