Hago una pausa y doy gracias por mis relaciones familiares —los seres queridos en mi hogar, mis mascotas que considero familia, y las personas que viven lejos pero las mantengo cerca con amor. Estos seres queridos son parte de mí. Siempre los llevo en mi corazón, aún más allá de su fallecimiento. Cuando pienso más allá de las relaciones familiares pienso en el vecino quien me saludó como voluntario en el hospital al que fui por exámenes médicos. Qué agradable y reconfortante ver una sonrisa de bienvenida por parte de un amigo. ¿Cómo puedo crear relaciones personales más allá de mi círculo de amigos? La respuesta es simplemente dar generosamente de mi atención, escuchar con el corazón y mostrar interés.
Texto devocional: Así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás.—Romanos 12:5
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