Éste es el momento, y éste es mi momento. Respondo a mi llamado divino y expreso la grandeza de mi alma. Todo mi ser está destinado a una vida satisfactoria. Cada día me proporciona la oportunidad de mejorar y desarrollar nuevas habilidades, lograr grandes cosas a medida que ejercito mi valor centrado en Dios para expandirme e ir más allá de lo que me es conocido y cómodo. Expreso mis talentos y habilidades únicas para logar lo que debo hacer, saber que mi naturaleza divina está equipada con todo lo que necesito. Mis viejos límites pasan, mis temores se disuelven, y dejo atrás cualquier incertidumbre. Soy alimentado y amado por el Espíritu de Dios que fluye por medio de mí, guiando mi camino.
Texto devocional: Además, Dios la ha confirmado con señales y prodigios, y con diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo, según su voluntad.—Hebreos 2:4
No hay comentarios:
Publicar un comentario