miércoles, 25 de septiembre de 2019

Yo soy la luz de Dios en expresión.

En vez de recitar mis problemas al orar, afirmo el bienestar que sé que existe a mi alrededor. La oración afirmativa atraviesa cualquier niebla o resistencia en mi mente y establece mi fe con energía y pasión. Soy la Palabra de Dios en expresión a medida que hablo, pienso y oro de esta manera. Mi corazón es despertado a medida que soy elevado a la atmósfera clara de la confianza.

En este momento, me enfoco con la precisión de un rayo láser en la dirección de mi deseo fervoroso con una sencilla afirmación de fe, tal como: “Dios y yo somos uno”, o “Soy la luz de Dios en expresión”. Dejo ir la energía que estas palabras expresan y siento una respuesta rápida en mi corazón. ¡Sé que todo está bien!

Texto devocional:
Ustedes, habitantes de toda la tierra, ¡aclamen a Dios con alegría! ¡Canten salmos a la gloria de su nombre! ¡Cántenle gloriosas alabanzas.—Salmo 66:1-2


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