martes, 10 de septiembre de 2019

Mis sueños se hacen realidad.

Hoy, tomo tiempo para darle una mirada a mi vida. ¿Voy en la dirección que deseo? ¿Estoy alcanzando mis sueños? De no ser así, ¿qué puedo hacer para cambiar mi rumbo? No es suficiente esperar que un sueño se haga realidad, he de tomar acción. Siempre con Dios.

Acudo a mi fuente espiritual en oración y meditación. En el Silencio, entrego mi anhelo a Dios y presto atención con una mente y un corazón abiertos a la inspiración que llega a mí.

Recuerdo que la guía de Dios viene de muchas formas y, a menudo, de lugares inesperados. Confío en que estoy en el camino que es correcto para mí. Sigo la guía divina a medida que avanzo en la dirección de mis sueños.

Texto devocional:
Derramaré mi espíritu sobre la humanidad entera, y los hijos y las hijas de ustedes profetizarán.—Joel 2:28


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