Desde que el Rev. Martin Luther King Jr. compartió las palabras “Tengo un sueño…”, éstas han hecho eco a través de los años, inspirando a generaciones a creer en la paz y la igualdad. Me doy el regalo de soñar, ¡y sueño en grande! Sueño sabiendo que todas las cosas son posibles cuando tengo presente mi naturaleza divina y promuevo el bien. Mis sueños no pueden ser limitados por las ideas de otros. Solo yo puedo explorarlos, expandirlos y vivirlos. Establezco mis sueños mediante mis pensamientos, palabras y acciones. Utilizo mis poderes de imaginación y fe para manifestarlos. Mantengo una visión de bien. Puedo lograr todo a lo que aspiro gracias al poder divino en mí.
Texto devocional: Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán; los ancianos tendrán sueños, y los jóvenes recibirán visiones.—Joel 2:2
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