La fe no es simplemente creer que todo saldrá bien, aunque esa idea me brinde consuelo. Gracias a mi fe entiendo y utilizo las leyes divinas en toda situación. Al tener presente que Dios es todo lo que existe, mi punto de vista es más positivo y certero. Confío en que mi naturaleza divina, la energía crística en mí, me impulsará al próximo paso —aun cuando no pueda ver el camino completo ante mí. Tomo tiempo cada día para desarrollar fe en mí mismo y en mi habilidad para tomar decisiones sabias. No importa lo que el futuro pueda traer, tengo fe en que puedo manejarlo. Nada menos que el poder de Dios respalda mis decisiones, y tengo la oportunidad de expresar lo Divino en cada decisión que tome.
Texto devocional:Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.—1 Juan 5:4
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