Si me preguntara quienes ríen con más facilidad, indudablemente, la respuesta sería: ¡los niños! Quizás por eso Jesús dijo que nadie puede tener una verdadera experiencia espiritual si no somos como los niños. Cuando él dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí … porque el reino de los cielos es de los que son como ellos”, él podría haber estado hablando a cada alma necesitada de alegría. La risa eleva mi corazón, abre mi mente y permite que mi alma esté receptiva a nueva guía y dirección espiritual. Reír me hace ameno, flexible y aligera mi carga. La risa es verdaderamente una expresión del reino de los cielos. No importa lo que esté sucediendo en mi vida, ¡tomo tiempo para reír! Mi corazón contento expresa su alegría mediante alabanzas.
Texto devocional: Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas.—Salmo 126:2
No hay comentarios:
Publicar un comentario