viernes, 21 de junio de 2019

Mi mente, cuerpo y espíritu obran en armonía.

Para llevar mi vida lo mejor posible, todos los aspectos de mi ser han de trabajar juntos: mente, cuerpo y espíritu. Cada uno de ellos tiene cualidades y propósitos únicos, y funcionan de manera óptima cuando obran en conjunto. Tengo presente mantener su balance y cuidarlos equitativamente.

Debido a las obligaciones diarias, puede que pase demasiado tiempo en mi intelecto. Cuando presto atención sólo a mi mente, mi perspectiva se limita y es más probable que tenga sentimientos negativos. Del mismo modo, si atiendo solo a mi ser espiritual, puede que tenga dificultad navegando los detalles humanos. Logro equilibrio a medida que la mente, el cuerpo y el espíritu obran juntos en armonía para lograr la plenitud.

Texto devocional:
Jesús tomó el pan y les dio de él, lo mismo que del pescado. Ésta era la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos—Juan 21:13-14


jueves, 20 de junio de 2019

Dios es nuestra fuente.

Vivimos en un mundo abundante. Existen leyes universales para guiarnos según vamos en pos de nuestro propósito espiritual. El Señor de nuestro ser —la presencia crística que es nuestra identidad verdadera— siempre está disponible para guiarnos hacia nuestro bien.

Al alinear nuestra atención con esa energía divina y tomar decisiones según las leyes universales, nuestras vidas son prósperas y gozosas. Al asirnos a nuestra fuente, Dios, establecemos la conciencia elevada que Jesús llamó “el reino de los cielos”. El reino de los cielos es una promesa y una conciencia que hemos de estar plenamente preparados para recibir y expresar.


Texto devocional:
El Señor te abrirá su tesoro de bondad, que es el cielo, y en su tiempo te enviará la lluvia a tu tierra, y bendecirá todo lo que hagas con tus manos.—Deuteronomio 28:12


miércoles, 19 de junio de 2019

Dejo ir con fe.

A veces, puede parecer que tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Cuando me sienta así, recuerdo que nunca estoy solo. Dios está conmigo y yo estoy en Dios. En vez de aferrarme a mis preocupaciones, afirmo orden divino y dejo ir. Permito que mi fe me ayude a superar los desafíos y doy pasos prácticos que me permitan confiar y dejar ir.

Al respirar profundamente, inhalo posibilidades ilimitadas. Permito que un sentimiento de potencial infinito llene mi cuerpo, sabiendo que cada solución es mía en Dios. Aunque no pueda ver todas las respuestas ahora, ya existen. Siento esperanza y recibo consuelo. Descanso consciente de que con Dios todas las cosas son posibles. ¡Dejo ir en Dios!

Texto devocional:
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo.—Salmo 23:4


martes, 18 de junio de 2019

Visualizo y afirmo paz en todo el mundo y en mí.

En momentos difíciles, me dirijo al evangelio de Mateo, a las palabras alentadoras que Jesús compartió con sus discípulos: “Para Dios todo es posible”. Hay una sola Presencia y un solo Poder en el universo: Dios, Omnipotencia. Jesús les habló a sus discípulos acerca del reino de los cielos —no un sitio geográfico, sino un estado de conciencia.

Entro a la conciencia del reino de los cielos cuando aquieto mi mente y dejo ir cualquier apego a las apariencias. Me concentro en el Espíritu divino. Le niego permanencia a las situaciones y poder a las condiciones. Practico la presencia de Dios. Siento y expreso tranquilidad. Con seguridad y fe inquebrantables, sé que la paz en el mundo comienza conmigo.

Texto devocional:
A ti te daré las llaves del reino de los cielos … y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.—Mateo 16:19


lunes, 17 de junio de 2019

PROPAGO AMOR CON MIS PENSAMIENTOS, ORACIONES Y ACCIONES.

La oración es algo más que palabras y rituales. Es una acción, una manera de llegar a los demás con amor para ayudar, apoyar y dar valor. La Madre Teresa, en su gracia y sabiduría infinitas, aconsejó: “Propaga el amor dondequiera que vayas. No permitas que nadie nunca venga a ti sin irse más feliz”. Ella fue un ejemplo de oración en acción.

Al continuar con mi día, recuerdo bendecir a los demás. Cada vez que sonrío, escucho a alguien o simplemente le deseo un buen día, propago el amor. Estos pequeños actos de bondad son ejemplos de oración en acción, maneras de llegar a los demás de una forma que les ayuda a sentirse más felices y apreciados.

Bien sea que bendiga a una persona o a muchas, yo soy un ejemplo de oración en acción cuando trato a los demás con amor.

Texto devocional:
Háganlo todo con amor.—1 Corintios 16:14


viernes, 14 de junio de 2019

EL ESPÍRITU EN MÍ ACLARA MI MENTE.

Si mis pensamientos están confusos, sé que es hora de dirigirme a mi interior y buscar la claridad de la presencia divina. En el silencio, las nubes desaparecen y mi mente se esclarece. Mi visión es precisa.

Cuando mi mente y corazón están centrados en Dios, los asuntos externos no me distraen. Sé que siempre soy guiado de manera divina. Confiar en esta verdad me ayuda a tener presente que mi vida está en perfecto orden. Pienso, actúo y hablo con claridad.

Paso tiempo cada día en oración y meditación, haciendo pausas para realinear mi mente. Como ser espiritual, no existe nada que pueda perturbar la paz de mi alma. Doy gracias porque mis pensamientos, palabras y acciones son guiados por el Espíritu divino.

Texto devocional:
De mis labios brotará sabiduría; de mi corazón, sagaces reflexiones.—Salmo 49:3


jueves, 13 de junio de 2019

COMPARTO LA LUZ DE MI CORAZÓN CON LOS DEMÁS.

Una de las enseñanzas más grandes de Jesús fue la compasión. Él la demostró cuando alimentó a la multitud, de la manera como trató a la mujer caída y en sus muchos actos de curación.

Me esfuerzo por seguir estos ejemplos cada día. Cuando veo que alguien tiene una dificultad, le tiendo una mano. Elijo expresar amor. Escojo ser una luz en el mundo. Mis expresiones de empatía y bondad surgen de mis dones divinos de comprensión y amor. A medida que me alineo con estas cualidades internas y les permito que fluyan, veo más allá de las diferencias. Permito que mi ser verdadero refleje la expresión de amor que yo soy. Comparto la luz de mi corazón con los demás.

Texto devocional:
Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos, y en ese mismo instante ellos recibieron la vista y lo siguieron.—Mateo 20:34


miércoles, 12 de junio de 2019

MI VIDA SE DESENVUELVE DE MANERA ORDENADA.

Charles Fillmore dijo que el propósito de la humanidad es manifestar plenamente las cualidades del Espíritu. Me lleno de asombro al apreciar la divinidad que vive en mí y que se expresa como yo. Puede que me refiera a mi naturaleza divina como mi ser espiritual interno, mi poder más elevado, Dios, o Fuente.

De cualquier manera que elija identificar este poder, sé que existe un plano divino en mí que contiene las cualidades espirituales necesarias para llevar una vida satisfactoria de gozo, amor, paz, abundancia y bienestar. Tengo gran fe en que mi naturaleza espiritual continuará expresándose. Llevo mi vida con confianza, sabiendo que soy bendecido a medida que me convierto en todo lo que debo ser. Mi vida se desenvuelve de manera ordenada.


Texto devocional:
¿Acaso no saben que Jesucristo está en ustedes?— 2 Corintios 13:5