viernes, 23 de agosto de 2019

Demuestro entusiasmo en todo lo que hago hoy.

Hoy es un nuevo día. No importa lo que sucedió ayer. Fijo mi intención en vivir este día con entusiasmo y anticipación. Mantengo una expectativa que espera solo aquello que deseo ver expresado en mi vida. Planeo atraer experiencias edificantes y satisfactorias hacia mí.

Recuerdo el gozo de un niño ante toda nueva experiencia. Libero la dicha que siempre reside en mi corazón y permito que fluya por medio de mí. Siento que nueva energía y júbilo se desbordan de mí. Brindo gozo a cada encuentro, a cada tarea. Lo que ofrezco a la vida regresa para bendecirme. Dando gracias por esta reciprocidad del universo, doy con entusiasmo y recibo abundantemente.


Texto devocional:
Porque si hay buena disposición, lo que se da es bien recibido, según lo que uno tiene y no según lo que no tiene.—2 Corintios 8:12


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